Como muchas en la vida, la elección del ordenador adecuado necesita una reflexión en la que, por un lado tendremos que valorar nuestras necesidades y por otro lo que tenemos para dar, nuestro presupuesto. Explicaremos con un símil de una construcción de una casa para comprender con objetos del día a día estos conceptos.
Cuando queremos elegir un sitio para vivir tendremos que valorar la cantidad de espacio que necesitaremos, con qué velocidad nos conectamos al centro de una ciudad, si es mejor a las afueras aunque lleguemos tarde al centro o si queremos estar cerca del centro y perder menos tiempo de camino al trabajo.
De cara a discos existen 2 tipos principales:
Los HDD, o hard drive disk: Estos son discos son de material magnético que va dando vueltas y una cabeza de lectura los va leyendo. La velocidad de lectura y escritura de estos discos depende de la velocidad de lectura de estos platos.
Por otro lado están los SSD o Solid State Drive, y al no tener partes mecánicas reciben el nombre sólido. Por dentro contiene chips llamados celdas de memoria. La velocidad de este tipo de disco es equivalente a la velocidad con la que se mueve la electricidad a través del circuito.
En los HDD, a medida que pasa el tiempo los bloques no están organizados, se van dispersando dado que hay cosas que se mantienen y otras que se "borran" al rededor de todo el disco, lo que hace estos bloques estén separados y por lo tanto la búsqueda en disco mecánico se vuelva más lenta.
Si ya tienes dolor de rodilla, recordarás el proceso de desfragmentado en Windows. En un disco SSD no hace falta realizar este proceso, ya que la desfragmentación ocurre de manera automática.
De cara a los discos existen dos “caminos” o protocolos principales por donde viaja la información: SATA y NVMe.
SATA es como una carretera tradicional, más estrecha y con tráfico limitado. Es una tecnología más antigua, pensada en su origen para los discos mecánicos, y aunque funciona perfectamente con los SSD, los obliga a circular más despacio. Su límite ronda los 600 MB/s.
NVMe, en cambio, es como una autopista de varios carriles diseñada especialmente para coches rápidos. Este protocolo aprovecha directamente el bus PCI Express del ordenador, lo que le permite alcanzar velocidades de varios miles de MB/s.
Básicamente, si un SSD SATA ya supone un gran salto respecto a un HDD, un SSD NVMe multiplica aún más la velocidad, reduciendo de forma drástica el tiempo de arranque del sistema, la carga de programas y la transferencia de archivos pesados.
Entonces, si lo que deseamos es almacenamiento masivo y bajo costo, sacrificando latencia, podemos optar por un HDD. En el símil con nuestra casa, sería como irnos a vivir a una casa de campo con mucho espacio y sin muchas prisas.
Pero si por el contrario lo que deseamos es máxima velocidad en arranque, programas, juegos o cargas de trabajo pesadas, será necesaria la agilidad que da un SSD. En nuestro símil de la casa, sería como vivir en el centro de la ciudad, dispuestos a pagar lo que nos cobren por cada metro cuadrado y asumiéndolo porque nos es más rentable a nivel tiempo y calidad de vida, para poder desarrollar todas las actividades y cumplir con plazos.
Independientemente de lo anterior, a la parte de hardware hay que sumarle la RAM que nos permitirá hacer de mejor o peor manera nuestras tareas sin que el ordenador nos pida una siesta o reinicio en mitad de jornada. También es necesario incluir la GPU, procesador, tarjeta de red y periféricos en general.
En nuestro proyecto de casa, ya hemos elegido el tipo de vivienda que necesitamos, lo siguiente será elegir el país que como siempre, dependerá de los lenguajes que conozcamos, nuestras necesidades y por supuesto, nuestro presupuesto.
En el mundo de la tecnología pasa parecido, existen muchos sistemas operativos pero hay 3 que son los más populares.
Windows: Imaginemos Windows como un lugar muy popular, con muchas tiendas (aplicaciones) y opciones, pero algunas restricciones. Un sitio muy concurrido, con reglas claras, mucha compatibilidad y muchas tiendas alrededor, pero también más tentador para ladrones (virus, malware).
Ubuntu (Linux): Ahora imaginemos Ubuntu como un sitio muy creativo, menos poblado, con vecinos técnicos, más seguro y flexible.
macOS: Imaginemos este como un sitio muy exclusivo, con diseño elegante, donde casi todo funciona perfectamente, donde todo está bien cuidado pero sujeto a reglas muy estrictas.
Ahora viene la parte de los planos que se asemejaría a las tablas de partición. Existen 2 tipos de tablas, la MBR y la GPT.
MBR: En inglés es Master Boot Record y este tipo de partición nos permite 4 particiones primarias o 3 particiones primarias y 1 extendida. En nuestro símil, es como si eligiéramos unos planos en lo que hay 4 habitaciones o 3 habitaciones primarias y 1 para almacenar cosas. Pero no puedo plantearme una quinta o décima. Visto así sería una casa sencilla, pues tendríamos que administrar esos 4 habitáculos para dormitorios, baños, salón, cocina, tendedero, comedor, terraza o balcón. Por lo que tendríamos que elegir entre usar esas particiones o bien para un segundo o tercer sistema operativo, y sólo el 4 para almacenamiento lo que nos limitaría dependiendo de lo que deseemos hacer en nuestro ordenador.
Otra limitación que presenta la partición MBR es que solo es posible utilizarla siempre y cuando el tamaño del disco sea menor a 2 TB, por lo que en nuestro símil, si tenemos unas necesidades de espacio mayores tendremos que optar por el tipo de partición GPT y descartar este.
GPT: En inglés GUID Partition Table y este tipo de partición nos permite realizar hasta 128 particiones y funcionan en discos incluso mayores a 2 TB.
Lo siguiente será elegir los revestimientos para cada una de estas particiones, a esto le llamaremos Sistema de Archivos, y elegirlo será como elegir el revestimiento adecuado según el uso de cada habitación. Independientemente del sistema operativo y del sistema de archivos, todos cumplen la función de organizar y administrar el espacio de cada partición (habitación).
Esto es fundamental porque los discos tienen gran cantidad de espacio y el sistema operativo necesita una forma de saber dónde comienza y finaliza un archivo, entonces esta información es la que se graba en la cabecera del mapa de archivos y esto es lo que los sistemas de archivos organizan casi siempre en forma de un índice o árbol. En nuestro símil sería equivalente a poner en la puerta de cada habitación un inventario de lo que hay dentro y las coordenadas para encontrar cada mueble, cuadro, mesa, etc.
De cara a Windows tenemos los siguientes:
NTFS: Como azulejos modernos resistentes al agua y al fuego. Soporta archivos muy grandes, permisos avanzados y reparaciones rápidas si algo falla. Es el estándar actual para Windows. Aquí se juntan velocidad, seguridad y sistema de permisos* para acceder a los documentos.
FAT32: Como un papel pintado, barato y antiguo. Funciona en casi cualquier casa (compatible con todo), pero solo aguanta piezas pequeñas (límite de 4 GB por archivo). Es usado actualmente en memorias USB.
exFAT: Como un laminado flexible y moderno. Más compatible entre diferentes casas (Windows, Mac, Linux) y soporta piezas grandes, pero sin las funciones avanzadas de NTFS.
De cara a Ubuntu (Linux) tenemos los siguientes:
ext4: Como madera maciza confiable. Fuerte, probado y fácil de reparar; es el revestimiento estándar en la mayoría de las casas Linux. Al igual que el NTFS, cuenta con alta velocidad, seguridad y sistema de permisos*.
Btrfs: Como paneles modulares inteligentes. Permite hacer “instantáneas” del diseño (snapshots) y reorganizar sin desmontar todo, ideal para quien experimenta.
XFS: Como hormigón pulido para grandes superficies. Muy eficiente para manejar archivos enormes, usado mucho en servidores y entornos profesionales.
De cara a Apple tenemos los siguientes:
APFS: Como vidrio templado de última generación. Rápido, seguro y optimizado para dispositivos Apple modernos, con soporte para clonación y cifrado.
HFS+: Como parqué antiguo bien cuidado. Fue el estándar de Apple durante años; todavía funciona, pero ya no es la mejor opción para casas nuevas.
Los NTFS, ext4 y APFS son los revestimientos modernos y confiables; FAT32 y HFS+ son más antiguos; exFAT, Btrfs y XFS ofrecen características especiales para necesidades concretas.
Para los expertos en seguridad informática conocidos como Forenses esto es fundamental, porque cuando se "elimina" información, podríamos asumir que en el disco se libera ese espacio pero no es así, lo que pasa es que en el índice de la cabecera del disco lo que se borra es el apuntador a ese bloque, dejándolo libre para reescribir. Los datos siguen almacenados pero ya no están correlacionados con el nombre de un archivo por lo tanto son datos huérfanos sobre los que se sobrescribe.
Estos forenses utilizan software especializado para hacer un mapa estadístico de los bytes dentro de un ordenador y a partir de esto reconstruir archivos "borrados", es decir, aquellos que que simplemente ya no aparecen en el índice de los cabeceros.
Así es como en criminología se recuperan datos borrados de los discos de criminales.
En nuestro símil de la casa, "eliminar" un sofá o un jarrón de la habitación es como borrarlo del inventario y luego esconderlo bajo una alfombra o sábana que pongamos encima. Encontrar las cosas será cuestión de mirar con atención y a partir de piezas rotas volverlo a montar.
Sin embargo no todas las construcciones son casas. Hay otro tipo de edificios diseñados para atender clientes: los servidores. Mientras mi ordenador personal es un hogar privado, los servidores son como locales comerciales abiertos al público.
Servidor web: Es como un centro comercial. Abres las puertas y cualquiera puede entrar a ver lo que ofreces(una página web). El dependientes, camareros hacen las veces de servidor y entregan la información al cliente.
Servidor de archivos: Se parece a una bodega o almacén. Las empresas lo usan para guardar productos (archivos) y repartirlos a quienes los necesitan.
Servidor de correo: Igual que una oficina postal. Recibe, organiza y entrega cartas (emails) a cada buzón de destino.
Servidor de bases de datos: Lo veo como un bibliotecario. No solo guarda libros (datos), sino que sabe exactamente en qué estante está cada cosa y la entrega rápido al que lo pida.
Servidor DNS: Es como una guía telefónica del barrio. Cuando pregunto por alguien (ej. www.google.com), me da la dirección exacta de su casa (IP pública que es 8.8.8.8).
Servidor de juegos: Se parece a un parque de diversiones. Ahí varias personas entran, interactúan y comparten un espacio común con reglas predefinidas.
Servidor de aplicaciones: Podría ser un taller de servicios. No solo almacena cosas, sino que procesa tareas específicas (ej. ejecutar software que luego usamos desde un navegador).
Este ejercicio ayuda a comprender que no es lo mismo tener un PC personal que un servidor. Uno es una vivienda, mientras que el otro es un negocio que atiende a muchos. Y claro, los servidores requieren materiales más resistentes (hardware de alto rendimiento) y medidas de seguridad mucho más estrictas, como rejas, cámaras y guardias (firewalls, redundancia, copias de seguridad).
La metáfora de construir una casa es útil para entender cómo se organizan los datos en un ordenador y cómo los servidores se parecen más a negocios abiertos al público. Al final, todo empieza eligiendo bien el terreno (HDD, SSD o NVMe) y el país (Windows, Ubuntu o macOS), y de ahí en adelante, todo depende de si deseamos un hogar, un sitio para trabajar, qué tipo de trabajo o si nos decantamos por un local para atender a miles de clientes.
*Los permisos son importantes para que en un mismo ordenador con diferentes usuarios no pueden acceder a los archivos de otros usuarios.