Ponte cómod@ para la historia que te voy a narrar.
Se trata de una joven a la que le ofrecieron regalos, puestos gubernamentales y corporativos, y la posibilidad de participar como ponente en diversas conferencias de seguridad, de acuerdo al informe que dejaré al final.
Todo comienza en LinkedIn, una foto de perfil que transmitía tal confianza y deseo en la red que podía compararse con el éxito de una influencer, dotada del carisma, ingenuidad y la lozanía propios de esa etapa de la vida. Todo indicaba que no había nubes en el cielo de esta joven, que rondando los 25 años ya era experta en ciberseguridad, especialista en análisis forense digital y consultora en defensa. Una profesional tan joven y prometedora que incluso los más altos mandos militares estadounidenses cayeron ante su sonrisa pixelada.
En pocos días, Robin acumuló más de 300 contactos estratégicos, accedió a correos privados y recibió información confidencial saltándose los protocolos OPSEC, nombre que recibe el proceso de seguridad y gestión de riesgos que evita que la información confidencial llegue a las manos equivocadas. Pero, ¿Quién podría sospechar que un rostro angelical pudiera guardar malas intenciones? ¿Nos estaremos enfrentando como tantas veces al efecto halo?
Nadie dudó, incluso le fueron enviados documentos solicitando su opinión profesional, le pidieron que revisara artículos escritos por profesionales con más de 10 años de experiencia. Por ejemplo, un profesor del Centro de Investigación Ames de la NASA buscó los conocimientos y opiniones de Sage sobre algunos de sus artículos y presentaciones, indica el informe.
Pero Robin guardaba un secreto: su existencia no iba más allá de sus perfiles en redes sociales. Era un fantasma digital. Su vida entera había sido inventada en 2009 por Thomas Ryan, cofundador del colectivo de seguridad Provide Security. La imagen de perfil correspondía en realidad a una actriz de cine para adultos que nada tenía que ver con los círculos de seguridad naval o egresados del tecnológico de Massachusetts.
El propósito de esta femme fatale era sencillo y contundente: demostrar lo vulnerables que eran los altos mandos de seguridad nacional en las redes sociales. El informe final se entregó al Pentágono y a agencias de inteligencia estadounidenses, quienes recibieron con vergüenza el espejo de su propia ingenuidad.
💔El eslabón más débil en la seguridad no es la tecnología, sino las personas.
💔Las redes profesionales como LinkedIn pueden ser armas de espionaje encubiertas.
💔La validación ciega de contactos en línea abre puertas a información crítica.
💔La ingeniería social, incluso sin malware, puede burlar la seguridad nacional con una sonrisa inventada.
¡Así que no muerdas el anzuelo! Aquí te dejo material en el que se describe todo lo ocurrido y recuerda desconfiar y utilizar herramientas de análisis para detectar malware y otras amenazas como Virustotal.
https://en.wikipedia.org/wiki/Robin_Sage
https://www.privacywonk.net/download/BlackHat-USA-2010-Ryan-Getting-In-Bed-With-Robin-Sage-v1.0.pdf